De vez en cuando pasan cosas por allí que te dan la inspiración necesaria para comenzar a escribir. Pues, al parecer tendré inspiración por un buen tiempo y que mejor que tratar de seguir los pasos de mi sensei (XD) y crear mi propia historia con mi propio significado. Nótese que mi experiencia escribiendo no está en la prosa, so... seee a ver que sale =P
Cuenta esta historia que hace mucho tiempo atrás vivió en un país cercano a lo que hoy en día es Francia, una joven de buena familia, con dinero y con todas las comodidades que este pueda conceder. Esta historia no será el típico relato de las desgracias de esta joven, ni de cómo su familia pierde todo y se ve obligada a mendigar por alimento. No; esta es la historia de una desgracia mucho mayor, desgracia a la que todos estamos sujetos y que pase lo que pase volvemos a caer. Una desgracia mucho mayor que perderlo todo, mayor que la enfermedad y cien veces mayor que la muerte: el amor.
Dícese pues que la joven, dueña de una cuarta parte de las tierras de su padre y de las que ella misma se hacía cargo administrativamente, a sus dieciséis años se había convertido en una mujer hecha y derecha. Desde niña le habían inculcado todos los valores de la iglesia católica y se le había encomendado a la mejor institutriz de los reinos vecinos su educación, con el fin de no solo trabajar su cuarta parte de las tierras, sino la totalidad de las fincas del gran señor feudal que tuvo como padre. Como ya mencioné, era hija de una buena familia, pero faltó mencionar que poseían territorios en el nuevo mundo, cosa que le daba un estatus muy elevado en la sociedad europea de su tiempo. Desafortunadamente para su familia, fue este estatus lo que le ocasionó las desgracias que sufriría su hija en años posteriores.
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